Las ensaladas es una de las
fuentes de salud que más beneficio aporta al ser humano. Su alto contenido en
agua, más del noventa por ciento, no solo hidratan y refrescan sino que las
hace depurativas, desintoxicante y diuréticas. Son estimulantes directos de la vesícula
biliar y el hígado mejorando la digestión. Poseen riqueza en fibra
contribuyendo a prevenir el estreñimiento, el buen control de la glicemia y a
reducir el colesterol. El betacaroteno presente en ella ayuda a la renovación de
la piel, a la producción de colágeno manteniéndola tersa y sin arrugas.
Ellas aportan pocas calorías
y una gran vitalidad. Son niveladoras del sistema nervioso y sus aceites
esenciales dilatan los vasos renales. A estos beneficios se suma su riqueza en
clorofila, hierro y folatos.
Es necesario que cualquier
tipo de ensalada preparada en forma cruda se consuma con dos horas y media de anticipación
al alimento cocido, de esta manera cumpliremos una de las reglas más sagradas en
la alimentación. En su preparación se requiere de utilizar recipientes que no
sean de aluminio para que siempre sean preparados naturalmente, porque de nada
sirve preparar ingredientes naturales mezclándolos con productos químicos o
enlatados.
Fuentes : Las recetas de judith
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